domingo, 15 de abril de 2012

PERFIL



Son las cinco de la tarde, Carlos Mario Álzate, está parado en la puerta de la iglesia la candelaria, su rostro refleja la  desesperación de poder entrar, mientras  aguarda que sean las seis de la tarde hora a la cual comienza la misa a la que asiste cada día sin falta alguna, un poco apurado madruga para entrar a las iglesia y no quedarse sin puesto, así la iglesia quede casi vacía; pero solo así se puede sentir seguro de que tendrá un lugar en la predicación. 

Carlitos como es conocido en el municipio de Guarne es un hombre de 43 años, que sufre un retardo mental desde sus dos años, causada por una fiebre muy alta que produjo  dos convulsiones y desde ese terrible día, le diagnosticaron su retardo mental que no tendría cura nunca.


A causa de esto Carlos habla muy enredado, en realidad es muy difícil entenderlo si no se le distingue, sus pies quedaron torcidos por ello anda con dificultad. Pero a pesar de todo esto es una persona que ama la vida que le gusta salir todos los días, porque el día que no sale se quiere enloquecer.
"cuando está enfermo no hay quien  lo soporte por qué no lo dejo salir y sobre todo porque no puede ir a su sagrada misa"  Dice su mamá Ana Mariela.

Para él su adoración es su mamá como dice el  "la adora como se adora el sol". Ella es la luz de sus ojos, es la única que le sigue los caprichos y la que ha vivido con él toda la vida.

Él no conoce mujer alguna, el psiquiatra le dice que no puede  tener novia, por que no sería capaz de llevar una responsabilidad tan grande como es el matrimonio por eso su única mujer es su madre.
En realidad viven como si fueran dos esposos por que pelean mucho.

Carlos es hermano, tío, hijo, sobrino y amigo.
"Es muy buen hermano, nunca pone problema por nada, además es muy servicial, él nos hace los mandados al parque y también a los vecinos a cambio de una pequeña moneda." comenta su hermana Olga.

Trabajo doce años repartiendo arepas en los supermercados, cuando doña flor lo despidió se sintió muy triste y quiso conseguir otro trabajo pero en ninguna parte lo recibieron por su condición. Así que ahora se dedica a hacer mandados a las personas.

"cuando tenía como 14 años se creía sacerdote, se ponía la toalla como si fuera la túnica, cogía los cepillos de peinar como el micrófono y organizaba un altar y empezaba a predicar, y hasta sabia hacer sermones por que nos regañaba y nos aconsejaba" recuerda Gladis su hermana con mucha alegría.


Su sueño era ser padre pero no pudo, estudio 4 primeros y ninguno fue capaz de ganarlos, después lo entraron a un  colegio de especiales y no aprendió ni a escribir el nombre, nunca le gusto el estudio decía: 
"esas pendejadas para que".

Carlos ha sido víctima de muchas burlas de personas inescrupulosas que se lo gozan por su forma de hablar y de caminar, hasta un muchacho llamado Felipe cuando Carlos trabajaba sabia los días que le pagaban y lo esperaba en las esquinas le ponía zancadillas y le quitaba la plática. Se aprovechaba de él porque es una persona muy callada y miedosa ya que vive y ve el mundo muy diferente a las personas del corriente.

Es muy querido en varias familias en las que le brindan comida y eso si que le gusta a él mantenerse comiendo. 
Alejandra cuenta que él va todos los días a su casa y su mama le da arroz con huevo y agua panela y que ella lo asusta diciéndole que mire todas esas cucarachas.

Algo que las personas admiran mucho de él es que siempre sabe la hora que es en punto, a pesar  de que el no sabe mirar el reloj y no conoce los números. Sus cualidades como personas destacan mas a la hora de uno acercarse a Carlos ya que siempre trae en su rostro su gratificante sonrisa y su inimaginable inocencia.
“No sabemos por qué  se aprovechan tanto de él, cuando lo mandamos a comprar la carne, o las frutas siempre nos mandan cosas todas malas, y a pesar de que hemos ido hablar las cosas siguen igual” cuenta su hermana Patricia.
Carlos es una persona muy organizada en todo lo que hace, todo tiene que ser a una misma hora. “yo me levanto a las 7 de la mañana, llamo a mi mamá para que me prepare el desayuno porque yo no soy capaz ni de prender una candela, es mas mi hermana es la que me afeita y me amarra los zapatos porque yo no sé, lo único que yo hago en la casa es lavar los traste y eso que mal pero me dejan para que me distraiga un rato. Después voy donde mis hermanas para ver si necesitan que les haga algún mandado, me voy para el parque hasta las 10 am y a esa hora me acuesto un rato a ver las novelas porque me gustan mucho, a las 12 almuerzo y me vuelvo para el parque a sentarme con  mis amigos especiales, nosotros nos divertimos mucho juntos, a las 2 tengo que regresar por qué osino mi mamá se preocupa por que yo soy muy cumplido, entonces mi mama se pone a llorar y eso es muy malo para ella porque es muy enfermita.
Me quedo en la casa acostado y hablando con mi mamá hasta las 4 para irme para misa de 6:00 me voy para el parque y me paro en el atrio de la iglesia a esperar que sean las 6:00 para la misa, la gente pasa y me dicen Carlitos vaya siéntese que la iglesia no se va a ir y usted no se va a quedar sin puesto, pero yo no les hago caso”.
Él es una persona muy tranquila, ama la vida, a Dios, la iglesia y disfruta al máximo la semana santa y las fiestas patronales.
Carlos pese a su condición física que en un poco conmovedora es una persona que refleja su felicidad de la vida, y de las cosas que realiza en su desarrollar en la vida, es muy agradecido con Dios y con las personas y las situaciones que lo rodean, aunque no le gusta mucho que lo molesten Carlos nunca se defiende contra aquellas personas que no pueden ser muy agradables para la familia ni sus  acompañantes, Carlos solamente espera vivir el día a día y desarrollar las actividades que a su parecen son las que mejor y más le gusta hacer solo desea ser quien es.



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