Son las cinco de la tarde, Carlos Mario Álzate,
está parado en la puerta de la iglesia la candelaria, su rostro
refleja la desesperación de poder
entrar, mientras aguarda que sean las
seis de la tarde hora a la cual comienza la misa a la que asiste cada día sin
falta alguna, un poco apurado madruga para entrar a las iglesia y no quedarse
sin puesto, así la iglesia quede casi vacía; pero solo así se
puede sentir seguro de que tendrá un lugar en la predicación.
Carlitos como es conocido en el municipio de
Guarne es un hombre de 43 años, que sufre un retardo mental desde sus dos años,
causada por una fiebre muy alta que produjo dos convulsiones y desde
ese terrible día, le diagnosticaron su retardo mental que
no tendría cura nunca.
A causa de esto Carlos habla muy enredado,
en realidad es muy difícil entenderlo si no se le distingue, sus
pies quedaron torcidos por ello anda con dificultad. Pero a pesar de
todo esto es una persona que ama la vida que le gusta salir todos
los días, porque el día que no sale se quiere enloquecer.
"cuando está enfermo no hay quien lo
soporte por qué no lo dejo salir y sobre todo porque no puede ir a su sagrada
misa" Dice su mamá Ana Mariela.
Para él
su adoración es su mamá como dice el "la adora
como se adora el sol". Ella es la luz de sus ojos, es
la única que le sigue los caprichos y la que ha vivido con él toda la
vida.
Él no conoce mujer alguna, el psiquiatra le
dice que no puede tener novia, por que no sería capaz de llevar una
responsabilidad tan grande como es el matrimonio por eso
su única mujer es su madre.
En realidad viven como si fueran dos
esposos por que pelean mucho.
Carlos es hermano, tío, hijo, sobrino y
amigo.
"Es muy buen hermano, nunca pone problema
por nada, además es muy servicial, él nos hace los mandados al parque
y también a los vecinos a cambio de una pequeña moneda." comenta
su hermana Olga.
Trabajo doce años repartiendo arepas en los
supermercados, cuando doña flor lo despidió se sintió muy
triste y quiso conseguir otro trabajo pero en ninguna parte
lo recibieron por su condición. Así que ahora se
dedica a hacer mandados a las personas.
"cuando tenía como 14 años
se creía sacerdote, se ponía la toalla como si fuera
la túnica, cogía los cepillos de peinar como
el micrófono y organizaba un altar y empezaba a predicar, y hasta
sabia hacer sermones por que nos regañaba y nos aconsejaba" recuerda Gladis
su hermana con mucha alegría.
Su sueño era ser padre pero no pudo, estudio 4
primeros y ninguno fue capaz de ganarlos, después lo entraron a un
colegio de especiales y no aprendió ni a escribir el nombre,
nunca le gusto el estudio decía:
"esas pendejadas para que".
Carlos ha sido víctima de muchas
burlas de personas inescrupulosas que se lo gozan por su forma de hablar y de
caminar, hasta un muchacho llamado Felipe cuando Carlos trabajaba sabia
los días que le pagaban y lo esperaba en las esquinas
le ponía zancadillas y le quitaba la plática. Se aprovechaba de
él porque es una persona muy callada y miedosa ya que vive y ve el mundo muy
diferente a las personas del corriente.
Es muy querido en varias familias en las que le brindan
comida y eso si que le gusta a él mantenerse comiendo.
Alejandra cuenta que él va todos
los días a su casa y su mama le da arroz con huevo y agua
panela y que ella lo asusta diciéndole que mire todas esas
cucarachas.
Algo que las personas admiran mucho de él es
que siempre sabe la hora que es en punto, a pesar de que el no sabe mirar el reloj y no conoce
los números. Sus cualidades como personas destacan mas a la hora de uno
acercarse a Carlos ya que siempre trae en su rostro su gratificante sonrisa y
su inimaginable inocencia.
“No sabemos por qué se aprovechan tanto de él, cuando lo mandamos
a comprar la carne, o las frutas siempre nos mandan cosas todas malas, y a
pesar de que hemos ido hablar las cosas siguen igual” cuenta su hermana Patricia.
Carlos es una persona muy organizada en todo
lo que hace, todo tiene que ser a una misma hora. “yo me levanto a las 7 de la
mañana, llamo a mi mamá para que me prepare el desayuno porque yo no soy capaz
ni de prender una candela, es mas mi hermana es la que me afeita y me amarra
los zapatos porque yo no sé, lo único que yo hago en la casa es lavar los
traste y eso que mal pero me dejan para que me distraiga un rato. Después voy
donde mis hermanas para ver si necesitan que les haga algún mandado, me voy para
el parque hasta las 10 am y a esa hora me acuesto un rato a ver las novelas
porque me gustan mucho, a las 12 almuerzo y me vuelvo para el parque a sentarme
con mis amigos especiales, nosotros nos
divertimos mucho juntos, a las 2 tengo que regresar por qué osino mi mamá se
preocupa por que yo soy muy cumplido, entonces mi mama se pone a llorar y eso
es muy malo para ella porque es muy enfermita.
Me quedo en la casa acostado y hablando con
mi mamá hasta las 4 para irme para misa de 6:00 me voy para el parque y me paro
en el atrio de la iglesia a esperar que sean las 6:00 para la misa, la gente
pasa y me dicen Carlitos vaya siéntese que la iglesia no se va a ir y usted no
se va a quedar sin puesto, pero yo no les hago caso”.
Él es una persona muy tranquila, ama la vida, a
Dios, la iglesia y disfruta al máximo la semana santa y las fiestas
patronales.
Carlos pese a su condición física que en un poco
conmovedora es una persona que refleja su felicidad de la vida, y de las cosas
que realiza en su desarrollar en la vida, es muy agradecido con Dios y con las
personas y las situaciones que lo rodean, aunque no le gusta mucho que lo
molesten Carlos nunca se defiende contra aquellas personas que no pueden ser
muy agradables para la familia ni sus
acompañantes, Carlos solamente espera vivir el día a día y desarrollar
las actividades que a su parecen son las que mejor y más le gusta hacer solo
desea ser quien es.
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